martes, 22 de octubre de 2013

La España renacentista en una novela de Jorge Molist




Publicado en el periódico "El Occidental"
el 2 de Octubre de 2013.
Wolfgang Vogt

Actualmente las novelas históricas gozan de gran popularidad y sobre todo en España cada vez más narradores investigan el pasado para encontrar temas interesantes. Este boom de la novela histórica produce muchas obras mediocres, porque a veces los narradores son malos historiadores o los historiadores no tienen talento para la narrativa. Es difícil evocar el pasado de manera convincente y sólo hoy algunos pocos autores que lo logran muy bien. Entre ellos se encuentra Jorge Molist, quién publicó su primera novela en el año 2000 y ganó el premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio en 2007. Con Promete que serás libre (editorial planeta 2011) nos ofrece un maravilloso panorama del renacimiento español durante las últimas décadas del siglo XV describiéndonos  los estragos causados en Cataluña por la inquisición impuesta por los Reyes Católicos. El autor nos muestra los aspectos oscuros de la unificación política y religiosa de España. Para Fernando de Aragón los peores crímenes se justifican si son útiles para España y sirven a los intereses de su dinastía. La moral no importa cuando se trata de asegurar y aumentar el poder. Las lealtades no existen y las alianzas se deshacen. Lo único que cuenta es el poder de la corona española.

Cuando nace Joan, el protagonista o héroe de esta novela, en un pueblo de pescadores de la costa catalana, luchan todavía las tropas españolas contra los moros. Falta poco para que los árabes sean expulsados de Granada, pero todavía los piratas musulmanes son una gran amenaza. Así, por ejemplo, Miguel de Cervantes terminó como prisionero en Argel, cuando viajó en barco por la costa española. Piratas moros se llevaron presos a la madre y a las hermanas de Joan, cuando atacaron a su pueblo, para venderlas como esclavas. Durante el ataque matan al padre y éste, agonizante, exhorta a su hijo a defender la independencia y libertad con las palabras: “Promete que serás libre.” Joan logra salvarse y entra como aprendiz a una librería de Barcelona, donde aprende caligrafía para copiar libros. Con el tiempo se entera que los responsables de la desgracia de su familia no son los moros, sino los soldados del rey español. Éste, como no puede pagar el sueldo de sus tropas, permite que uno de sus almirantes asalte a los pueblos de la costa española para vender a sus habitantes como esclavos. De eso se entera Joan buscando el paradero de las mujeres de su familia, que al final de la novela no encuentra en la costa del norte de África, sino en un pueblo cerca de Génova.

La cultura y las letras florecen en la España renacentista y en Italia. El papa Alejandro VI es español y el reino de Nápoles depende de la corona española. Joan sólo puede intuir la riqueza de la ciencia y las letras de su tiempo, cuando copia manuscritos en la librería Corró. Le prohíben aprender a leer y así su actividad es meramente artesanal. Si supiera que esta copiando libros prohibidos por la inquisición, el dueño de la librería temería por su seguridad.

Cataluña no quiere permitir a la inquisición de los Reyes Católicos a ejercer su poder en Barcelona. Pero no puede hacer nada contra el poder militar de la corona y así “El domingo día 5 de julio entraba triunfante la inquisición en Barcelona. Fray Espina, el nuevo inquisidor nombrado por Tomás de Torquemada, alzaba orgulloso la barbilla a lomos de su mula…” mientras la inquisición medieval tenía como tarea principal la persecución de herejes cátaros, la inquisición de España trató de erradicar posibles creencias judías y musulmanas de los cristianos conversos y garantizar de esta manera la unidad religiosa de la nueva monarquía española. La península dejó de ser el punto de encuentro de las tres culturas más avanzadas de la época. Erradicando al judaísmo e islam la inquisición sacrificó la diversidad cultural a la unidad religiosa.

La inquisición no sólo tenía una finalidad espiritual. Actuaba contra un gran número de conversos que ya se habían convertido en buenos católicos sólo para apoderarse de sus bienes. El librero Corró tenía antepasados judíos, pero igual a él y a su familia no les interesaban las prácticas judaizantes. Pero los hechos de no ser cristiano viejo y de vender libros que a la iglesia le parecían sospechosos eran suficientes para condenarlo a muerte y confiscar su inmensa riqueza.  Joan ya había aprendido clandestinamente a leer, y por eso fue un testigo útil en el proceso de la inquisición.

Nunca se perdonó que sin querer había perjudicado a su benefactor. Se arrepiente de haber aprendido a leer, pero la lectura hizo su oficio de escribano más ameno. Su maestro, el esclavo moro Abdalá, un hombre culto y sabio le exige prestar mucha atención a su trabajo y le dice:” La caligrafía es uno de los caminos místicos hacia el Señor.” Así Joan se acerca a Dios por sus escrituras. Que el escribano no ejerce un oficio cualquiera muestra el siguiente comentario de Abdalá:” Los comerciantes inventaron los números para contar el ganado. Las letras las crearon los sacerdotes para hablar con Dios. Por eso la escritura es sagrada.” Más adelante se refiere Abdalá a Mahoma  quién “…ordena respetar a las religiones del libro, esto es, a los cristianos y a los hebreos que creen en la Biblia.”

La inquisición hacía imposible la convivencia de las tres grandes religiones en España, porque, como le explica un sabio italiano a Joan, no tiene cuidado “al usar la religión como instrumento político.” No existe una sola religión verdadera. Hay muchas religiones para acercar al hombre a Dios. “el hombre ha de servir a Dios, no a la religión que es sólo el camino para llegar a El.” El hombre tiene la capacidad de pensar por su cuenta y nadie tiene el “derecho de decirle lo que debe creer o leer. La Inquisición es la oscuridad.”

Pero la obra de Molist, mucho más que un libro de historia que propaga la tolerancia religiosa y la libertad, es una novela de aventura inspirada en las novelas caballerescas de la época. Todos conocemos el Orlando Furioso de Ariosto. Había otro libro italiano de éste tiempo donde se cuenta una historia de amor parecida. Molist lo utiliza como base para narrar la historia de amor de Anna y Joan. Éste después de muchos intentos vanos y largas peripecias logra conquistar a su amada. Joan es un héroe medieval, quien no sólo es librero, sino también soldado y aventurero. El cuadro colorido de su vida y la historia de amor de gusto renacentista mantiene al lector en suspenso. Molist logra combinar la novela histórica moderna con la novela de aventuras del siglo XV. El libro es realmente una lectura apasionante que nos transporta cinco siglos hacia atrás sin glorificar la política de los Reyes Católicos, sino analizándola críticamente y señalando el papel nefasto de la inquisición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario